¿Sabías que una persona con Enfermedad Celíaca puede pasar hasta 7 años sin saber que la padece? Este es el tiempo promedio que transcurre desde la aparición de los primeros síntomas hasta que se obtiene un diagnóstico certero. Durante ese periodo, el cuerpo sufre un daño silencioso y progresivo que puede afectar gravemente la salud.
Enfermedad Celíaca y sus síntomas
La Enfermedad Celíaca (EC) es una afección autoinmune provocada por la intolerancia permanente al gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. En las personas celíacas, el consumo de gluten daña el revestimiento del intestino delgado, dificultando la absorción de nutrientes.
No es una alergia ni una moda pasajera: es una enfermedad crónica que, si no se diagnostica y trata a tiempo, puede desencadenar múltiples complicaciones.
Uno de los principales desafíos del diagnóstico celíaco en adultos es que sus síntomas pueden confundirse fácilmente con otras patologías. Algunos de los más frecuentes incluyen:
- Dolor abdominal
- Hinchazón o gases
- Diarrea crónica o estreñimiento
- Fatiga persistente
- Pérdida de peso inexplicable
- Anemia por deficiencia de hierro
- Dolores articulares o musculares
- Depresión o ansiedad
- Problemas en la piel (como dermatitis herpetiforme).
Estos síntomas varían en intensidad y pueden presentarse de manera intermitente, lo que dificulta aún más identificar la causa real. Muchas personas pasan por médicos generales, gastroenterólogos, psicólogos y nutricionistas antes de llegar al diagnóstico correcto.
7 años de espera: un riesgo innecesario
El promedio de 7 años sin diagnóstico no es solo una cifra: es tiempo en el que el intestino sigue sufriendo daño, y en el que la persona experimenta un deterioro en su calidad de vida. Además, el retraso diagnóstico se asocia a mayores probabilidades de desarrollar complicaciones como osteoporosis, infertilidad, enfermedades autoinmunes asociadas (tiroiditis, diabetes tipo 1) o linfoma intestinal (en casos no tratados).
Detectar a tiempo la Enfermedad Celíaca no solo mejora los síntomas; también previene consecuencias graves a largo plazo.
El único tratamiento efectivo hoy en día es seguir una dieta estricta sin gluten de por vida. Pero para poder iniciar este tratamiento, es imprescindible contar con un diagnóstico médico respaldado por análisis de sangre y una biopsia intestinal (en la mayoría de los casos).
Es vital no comenzar la dieta sin gluten antes de las pruebas diagnósticas, ya que esto puede alterar los resultados y dificultar la confirmación de la enfermedad.
Si llevas tiempo con síntomas digestivos o malestar general sin explicación, es fundamental que hables con tu médico de cabecera y solicites un estudio específico para Enfermedad Celíaca. No normalices el malestar crónico. Tu cuerpo puede estar enviando señales claras que no deben ser ignoradas.
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